Title | Universidad Veracruzana Facultad de Historia HISTORIOGRAFA CONTEMPORNEA UNIDAD |
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Language | Portuguese |
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Universidad Veracruzana Facultad de Historia HISTORIOGRAFÍA CONTEMPORÁNEA UNIDAD I ROMANTICISMO CONCEPTUALISTA Versión Agosto 2015 Mtro. Raúl Romero Ramírez
Las corrientes historiográficas del siglo XIX. 1. - Romanticismo 2. - Liberalismo 3. - Cientificismo Determinista
Romanticismo Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra a Alemania hasta llegar a otros países. El Romanticismo es un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido (Gran Bretaña e Irlanda del Norte) a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se manifiestan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.
Evidencia una curiosidad por la Edad Media y el intento de incursionar la poesía en la Historia. El subjetivismo romántico produjo un intenso cultivo de la lírica, una valoración creciente del paisaje, un gusto retrospectivo de la Edad Media y un amor a lo folklórico y a lo local. Esta es la época de las restauraciones y las revoluciones: cuando en 1815 en Viena triunfan las primeras y cuando en 1848 surgen en la primavera de los pueblos las segundas. Es época de poetas que desean hacer historia, hasta los prosistas como Michelet terminan haciendo poesía. Se hallan a favor del exotismo y se intensifica un entusiasmo por el pasado. La idea de crear una historia literaria nace en la novela histórica en base a una historia erudita y literalmente recreada. De aquí surgirán dos tipos de géneros: el más parco, emanado del idealismo filosófico alemán, el género conceptual (científico-filosófico); y el otro, mucho más lírico, poético novelesco: el género literario.
El Romanticismo favorecía, ante todo: 1. La conciencia del Yo como entidad autónoma y, frente a la universalidad de la razón dieciochesca, dotada de capacidades variables e individuales como la fantasía y el sentimiento. 2. La primacía del Genio Creador de un Universo propio, el poeta como demiurgo. 3. Valoración de lo diferente frente a lo común, lo que lleva una fuerte tendencia nacionalista. 4. El liberalismo frente al despotismo ilustrado. 5. La originalidad frente a la tradición clasicista y la adecuación a los cánones. Cada hombre debe mostrar lo que le hace único. 6. La creatividad frente a la imitación de lo antiguo hacia los dioses de Atenas. 7. La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y cerrada.
Es propio de este movimiento un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o Volksgeist, frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo XVIII. En ese sentido los héroes románticos son, con frecuencia, prototipos de rebeldía (Don Juan, el pirata, Prometeo) y los autores románticos quebrantan cualquier normativa o tradición cultural que ahogue su libertad, como por ejemplo las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar) y la de estilo (mezclando prosa y verso, y utilizando polimetría en el teatro), o revolucionando la métrica y volviendo a rimas más libres y populares como la asonante. Igualmente, una renovación de temas y ambientes, y, por contraste al Siglo de las Luces (Ilustración), prefieren los ambientes nocturnos y luctuosos, los lugares sórdidos y ruinosos (siniestrismo); venerando y buscando tanto las historias fantásticas como la superstición.
Historiadores Románticos a) El género conceptual (científico-filosófico) Estados Alemanes Frederich Schiller Johann Gottlieb Fichte Guillermo von Schlegel Frederich Guillermo J. Schelling George Bertold Niebuhr Luis Tieck Henri Heine Boeckh Teodor Mommsen
George Bertold Niebuhr (1776 -1831) Historiador y escritor que en 1811, escribió Historia Romana (impresa en 1832), obra de confección histórica erudita pero al mismo tiempo tratada literariamente en forma novelesca. Es la primera obra que intenta llegar a la realidad social de la época romana. En ella deseaba superar la gran humillación prusiana frente a Napoleón, manteniendo una concepción didáctica de la historia pues esperaba que su obra ayudara a “regenerar a los jóvenes para hacerlos capaces de grandes cosas”; encontró en la historia del poder de Roma la prueba de la urgencia de restituir la libertad al campesino prusiano. Fue promotor de la Escuela Histórica Crítica, bajo su método crítico-filológico que como erudito e historiador sostuvo. Su obra sobre la historia de Roma fue escrita con profunda ilustración y fue muy difundida en su tiempo, así como reconocida como muy notable y trató de aplicar el método de la crítica filológica al estudio de los orígenes romanos para dilucidar la verdadera historia de aquellos tiempos. Utilizó todas las fuentes posibles, incluso las viejas baladas que pensó formaban la base de la tradición mítica.
Niebuhr trataba de analizar sus fuentes descomponiéndolas, de la que resultó una crítica tan severa de fuentes, que prácticamente terminó con la fama de Tito Livio. Además, creía que, como historiador, había que tener un gran interés y una simpatía por el hecho que se estudiaba, contraria a la idea de supuesta objetividad lejana al interés y gusto del historiógrafo positivista. Creía que bajo un estudio cuidadoso de la historia podía observar ciertos acontecimientos venideros y por ello se le criticó de “charlatán adivino”, sin embargo estuvo fuertemente apegado a reglas científicas. Para demostrar su carácter científico, escribió incluyendo trozos de fuentes e investigaciones sobre los mismos a fin de que se demostrara la veracidad de lo que afirmaba, a pesar de que ello entorpecía la lectura de sus obras.
La aportación a la historiografía de Niebuhr fue considerar a Roma como un Estado, es decir, como un todo organizado, con instituciones que estudiar, bajo políticas estrictas en cada periodo de gobierno, etc. Consideró que la historia filosófica es una historia compuesta a la manera de los historiadores de siglo XVIII, de un Montesquieu o de un Gibbon; una historia que descubre la explicación de un vasto problema, como Fustel de Coulanges y Guizot.
Teodor Mommsen (1817 -1903) Historiador, jurista y escritor. Dejó una obra impresionante sobre Derecho Público Romano, una Historia de las monedas romanas y en 1854 escribió su obra Historia de Roma, que le hizo recibir el Premio Nobel de literatura en 1902. Bajo un género científico-filosófico, con ideas políticas diferentes a los prusianos historicistas Ranke o a Droysen, pensaba que el Estado fuerte debía proporcionar una libertad espiritual, contraria a la idea integrista de nación que privaba entre la mayoría de los estados alemanes. Pensó que la historia era una buena forma de impartir educación política, pero estaba en desacuerdo respecto al trato de problemas del presente. Deseaba que el historiador comprendiera el momento histórico estudiado y aprender su lección para llevarla al cabo en su presente. Ahí, anulaba cualquier interpretación histórica para el presente, contraria a la escuela historicista prusiana de Droysen.
Mommsen pensaba que no había que violentar el pasado, de todas maneras había que buscar nuevas formas políticas para resolver los problemas del presente; las formas del pasado estaban condicionadas para otros problemas y otro contexto histórico. Creía que era lógico que una forma política que perdía su situación cayera, y lo demostró con la caída de César. Él deseaba reconstruir la vida interna de Roma, quería ir más allá de la vida política, deseaba penetrar en la vida social, y para ello comenzó por estudiar sus objetos, monedas, monumentos y leyes, al final, completaba su estudio con fuentes narrativas de la época. Debido a esto, un historiador debía conocer derecho, lenguas, literatura y tener una intuición perceptiva para reconstruir la vida del pasado. Su obra Historia romana tiene un estilo ágil, realista, erudito y rompió con la solemnidad de obras anteriores, creándose un “estilo institucional” que daba un tratamiento especial a la Antigüedad como cuna de la civilización occidental esforzándose por enseñar a los historiadores y a los lectores en general su gran peso cultural.
El género conceptual (científico-filosófico) Francia Jules Michelet Joan François Champollion Agustín Thierry Alexandre Louis Joseph, conde de Laborde Numa Dionisio Fustel de Coulanges August Eduard Mariette Gastón Máspero
Jules Michelet (1789 -1874) Historiador inspirado en los museos de su tiempo, en la filosofía y la cultura alemana y en especial en la obra Ciencia Nueva de Vico, la que tradujo y dio prácticamente a conocer por toda Europa (1827). Mas tarde recibiría influencias de Kant y Herder. Su objeto de estudio es la resurrección de la vida del pasado como un todo y no parcializarlo, que abarque al pueblo, los hechos, las instituciones y las creencias. Por ello, su ideal sobre el método historiográfico fue “la historia como resurrección de la vida integral”. Se interesó en el movimiento democrático y republicano expresado en su obra Introducción a la Historia Universal (1831) aludiendo a la revolución de 1830.
Michelet estudió concienzudamente las fuentes, aún más que su contemporáneo Thierry, y usó las contemporáneas. Gracias a su intuición y lógica, su historia es ya nacional y se olvida de la historia dinástica. Escribió en 1830, Historia de la civilización en Francia en donde se nota la unidad nacional y su vívido relato de la Edad Media. Su obra alcanzó a estudiar sólo hasta la revolución francesa en donde se le puede ver como un liberal a diferencia de su esencia romántica. Además publicó un Breviario de historia moderna (1824) en donde ofrecía, sin áridos resúmenes cronológicos, una perceptiva del desarrollo histórico del siglo XV a la revolución. Por último publicó su Historia Romana, La República, (1831) en donde se muestra por vez primera el intento de comprender íntegramente el desarrollo del pueblo romano.
Agustín Thierry (1795 -1855) Historiador y secretario, durante algún tiempo, de Saint-Simon y más tarde periodista, escritor y bibliotecario, se vio impulsado a la Historia tras su lectura de Los Mártires de Chateaubriand y de Walter Scott. Su concepción historiográfica giró alrededor de dos ideas principales: la teoría de la conquista (el iluminismo de Hume) y el gusto por lo particular nacional. Llegó a renovar la ciencia histórica iniciándose en el estudio de las fuentes históricas con el objeto de producir un estilo imaginativo (de hondo conocimiento sobre la vida), narrativo (literario), erudito (como los benedictinos) y científico (basada en el estudio de las fuentes históricas). Estaba seguro de retomar la Edad Media pero desde un punto de vista moderno, sin tedio o falseando los caracteres.
En sus Cartas sobre la historia de Francia e Historia de la conquista de Inglaterra por los normandos (1825), Thierry tomó a los personajes y hechos históricos con pasión y sentimiento, y su aportación fue introducir con una singular simpatía al pueblo ; demostró su erudición de sus profundas investigaciones, una historia docta y filosófica. En 1840 escribió Relatos del tiempo de los merovingios, en su obra reafirma su gusto por el pueblo a quien no dudó determinar con un origen galo-germano, terminando con las ideas de la nobleza. En 1834 escribió Veinticinco cartas sobre la Historia de Francia y una serie de ensayos reunidos en Diez años de estudios históricos en Francia donde menciona que “Desde el año de 1823 (. . . ocupan) los trabajos históricos un alto lugar en favor popular y a los escritores de primer orden consagrarse (. . . ) la historia (es) el sello del siglo, como la filosofía había impreso el suyo en el siglo XVIII”.
En 1850, Thierry escribió Historia de la formación y de los progresos del Tercer Estado. Finalmente consideró que existía cierta ley cuando busca y encuentra en la lucha de razas, un desquite de los descendientes de los pueblos conquistados, sajones y galos, sobre los normandos y francos la explicación de la historia de Inglaterra y la de Francia, es decir, cree hallar, igual que Fustel de Coulanges, una “ley de los tiempos antiguos” : la historia es una creencia que se establece y la sociedad humana se constituye , se modifica y la sociedad atraviesa una serie de revoluciones, desaparece y la sociedad cambia de aspecto. Finalmente denunció la falsa erudición hecha por los románticos alemanes hacia 1870 -80 cuando les acusa “de no avanzar ninguna interpretación de los hechos que no sea inmediatamente corregida por una interpretación vecina o inversa”, es decir, se les acusa de miopía y de indecisión y de practicar una metodología histórica bajo una indecisa prudencia.
Numa Dionisio Fustel de Coulanges (1830 -1889) Historiador conservador que se divide en dos momentos: romántico filosófico-científico y positivista. Escribió en 1860 Cuestiones Históricas, y en 1864, La ciudad antigua con un estilo Romántico filosófico-científico. En 1872 escribe “La historia queremos, es esa verdadera ciencia francesa antigua, esa erudición tan calmada, tan sencilla, tan alta de nuestros Benedictinos, de nuestra Academia de las Inscripciones. . . quienes sembraron para todo decirlo así, toda la erudición e hoy”.
Fustel consideró que la historia filosófica es una historia compuesta a la manera de los historiadores de siglo XVIII, (a la manera de Montesquieu); una historia que descubre la explicación de un vasto problema, como propone Niebhur. Por ello creyó hallar como Thierry, una “ley de los tiempos antiguos”: la historia es una creencia que se establece y la sociedad humana se constituye, se modifica y la sociedad atraviesa una serie de revoluciones, desaparece y la sociedad cambia de aspecto. Publica bajo un estilo en donde la redacción de los textos se limitan a algunas páginas de presentación y un derroche de notas a pie de página, monografías destinadas a agotar documentos relativos a individuos (biografías) y a un hecho o lugar estrechamente delimitado, y a historias institucionales, políticas, diplomáticas y militares.
Al igual que los historiadores racionalistas liberales como Michelet, Quinet o Blanc, Fustel se preocupa sobre todo por la historia interna en contradicción a los historiadores alemanes. Como Tocqueville, Fustel deja casi completamente de lado la historia de los acontecimientos políticos preocupándose muy poco por la potencia extranjera y militar del Estado; ambos recibieron también una fuerte influencia del renacimiento de la filosofía espiritualista o idealista y de la vida religiosa (católica y protestante respectivamente) que andaba de la mano con el movimiento romántico. Fustel, aunque apartado de toda convicción religiosa, en la Città antica, atribuyó a la religión el primer lugar entre los factores históricos. Finalmente, Fustel aparece fuertemente influenciado por el retorno a la erudición, logrando pasar de romántico conceptualista a positivo, finalmente contrario al género literario romántico francés de un Michelet, Thiers, Mignet o Blanc, pero tampoco es un historiador filósofo a la manera de Quinet o Tocqueville.
El género conceptual (científico-filosófico) Inglaterra Thomas Carlyle Países centro europeos Palacky Adam Mickiewicz
Thomas Carlyle (1795 -1881) Historiador, filósofo y moralista contrario a historiografía iluminista e influenciado fuertemente por el idealismo romántico alemán. Teorizó la figura del “héroe” en la historia y en ésta inspiró la obra The French Revolution. A History (1837), en donde adolece, para él, la importancia de las conexiones históricas así como las causas o las consecuencias, de hecho, su pensamiento pesimista le hace revivir esos hechos, poco populares para sus lectores. No fue cuidadoso en sus fuentes y cayó en un subjetivismo ineludible, aunque de ninguna manera pretendieron ser exhaustivas. Escribió también Cartas y Discursos de Oliverio Cromwell, con aclaraciones la cual resultó ser su mejor obra historiográfica debido a su fijación por entender mejor la política del “Protector”, e Historia de Federico II de Prusia, bajo un estilo historiográfico descuidado, obras que en su tiempo fueron ampliamente leídas pero que caen en la novela histórica más que en una historiografía científica.
Carlyle escribió en 1841 Los héroes, su máxima obra, en donde se ve claramente asentada su intención de plasmar sus impresiones personales a través de personajes como Mahoma, Dante, Shakespeare, Lutero, Cromwell y Knox, todos con el poder de cambiar la trayectoria de la historia y llevar con ellos a sus pueblos. Hondamente escéptico, admiraba a aquellos hombres que habían tenido ideales y se interesó siempre en grandes figuras retratándolas como sostenedoras del conjunto del pueblo. Consideró que este paso de entre una sociedad y otra bajo sus dirigentes-genios era obra de una filosofía respecto a la cual la historia es una creencia que se establece, y la sociedad humana se constituye, se modifica y atraviesa una serie de revoluciones; desaparece y la sociedad cambia de aspecto.